miércoles, 30 de agosto de 2017

13 años



¡Feliz cumple Bau! (13 años)
 

Desde que te fuiste un personaje se quedó a mi lado y no hay caso, por más que me esfuerzo por sacármelo de encima, es imposible.
La tristeza me acompaña cada día.
Tenemos una relación muy particular. A veces me enojo con ella, otras tantas reímos juntos o disfrutamos de alguna película.
Se acuesta conmigo, y algunas noches me despierta y ya no me deja dormir.
En ocasiones apuro el paso para perderla en una esquina, pero siempre me encuentra, y siempre viaja conmigo, y si no quiero llevarla, se cuela en mi maleta o viaja de polizón.
Muchas veces se pone muy pesada, y termino agotado por llevarla a cuestas.
Es egoísta, manipuladora, traicionera, cruel, despiadada, soberbia…ya la conozco muy bien.
A veces me mira de reojo, como burlándose, y otras lo hace directamente a los ojos, desafiándome, y me ha dejado claro que vivirá conmigo hasta el final, y sé que no tengo opción, debo convivir con ella, o, mejor dicho, soportarla.
Si pareciera en ocasiones que hasta decide cuando debo respirar y cuando no, ya que siento como aprieta mi pecho y me deja sin aire.
Pero…hay algunos momentos, y cada vez son más, cuando simplemente desaparece el tiempo suficiente como para dejarme disfrutar la belleza que me rodea.

Entre nosotros…yo creo que la muy desgraciada se va a molestar a otro pobre infeliz!!!

Te amo…Mucho
Papa


viernes, 12 de mayo de 2017

Momentos...



El tiempo…
Podemos medirlo en días, horas, minutos.
Pero yo prefiero medirlo en momentos.
¿Has visto cuando a veces parece que el tiempo pasa muy, muy lento, como por ejemplo cuando estamos ansiosos por algo?
Y a veces el tiempo parece ir demasiado rápido como cuando uno está pasándola muy bien.
Y a veces, el tiempo se detiene, como aquel 12 de mayo de 2013, hace 4 años, cuando te fuiste, Bauti.
Pero yo no recuerdo las fechas, o las horas, o los minutos de cada momento vivido con vos.
Yo recuerdo los momentos, todos los que mi mente me permite recordar, que no son tantos como me gustaría.
La mente humana es misteriosa, recordamos en la mayoría de las ocasiones momentos importantes, pero los cotidianos los olvidamos.
¿Pero como se sigue adelante?
Porque detenerse no es una opción.
Por Camila, por vos, por mí, por toda la gente que me quiere y por la gente hermosa que he conocido desde ese día.
Porque de eso se trata la vida.
De vivirla, aun cuando nos golpea, y a algunos nos golpea muy duro.
Y a otros los golpea aún más.
Pero de esos golpes aprendemos, rescatamos cosas, nos reinventamos, tratamos de ayudar a otros, y así seguimos, viviendo…
Pero cada día, cada hora, cada minuto, cada MOMENTO, recordamos.

Y yo te recuerdo cada momento, hijo de mi alma. 

Te amo…Mucho
Papa


miércoles, 5 de abril de 2017

Un regalo


A veces trato de encontrar palabras que describan lo que siento, y me doy cuenta que muchas veces no existen palabras que describan esos momentos.

¿Que palabras hay que transmitan de verdad la sensación de un primer beso, o el atardecer en una playa, o el sostener a tu hijo recién nacido en brazos, o el aroma de una comida hecha por tu abuela, o una canción que te trae recuerdos de tu juventud?

Intentamos unir esas palabras con las sensaciones, pero solo logramos un pequeño destello de la realidad.

He tomado decisiones y me equivoque, fracase y volví a levantarme, me perdí y me encontré.

Siempre he tratado de descubrirme a mí mismo, he creído cuando todos dejan de creer, he seguido luchando aunque nada salga como estaba previsto.

Y ahora me he permitido soñar y perseguir ese sueño, que vos, Bauti, conoces muy bien.

Ya publiqué mi novela “Siempre fueron tus ojos” en Amazon, y tanto el nombre de los personajes como la novela están dedicados a vos y a Cami.

Y tenes mucho que ver con esto también, ya que desde tu partida no he hecho otra cosa que escribir.

En principio era una forma de comunicarme con vos, de dejar que los sentimientos que tenía dentro salieran en forma de palabras, pero con el tiempo se me hizo una costumbre y en mi cabeza comenzaron a formarse historias, y una de ellas se transformó en un libro.

Por supuesto, sigo y seguiré escribiendo, porque es un regalo que me dejaste en el corazón y tuve la suerte de descubrir.

 

Te amo…mucho

Papa

sábado, 28 de enero de 2017

Una vida en 8 años...


Se podría pensar que 8 años en el transcurso de una vida de 46 años no es un tiempo significativo, pero si se trata de compartir la vida de mi hijo en esos 8 años el tiempo toma otra dimensión.

Hemos hecho de esos años una experiencia inolvidable.

Bauti amó y fue amado con tal intensidad que hace que el tiempo sea solo una ilusión.

Conoció en esos 8 años el calor y el frio, el sol y la lluvia, la felicidad y la tristeza, la ilusión y el desencanto, la amistad, la compasión, el dolor, el miedo, el valor, tantas cosas que más de un adulto no vivió ni vivirá jamás, porque así era Bauti, un amor que cambio las vidas de la gente con las que se relacionó, y, en primer lugar, cambio mi vida definitivamente.

Le enseñamos a vivir, y con el inmenso amor que nos dejó en el alma, ahora él nos enseña a   vivir con su ausencia.

Disfrutó de la montaña, del mar, de la ciudad, del campo, y se maravilló con la nieve y con la inmensidad del mar.

Puedo encontrar el amor de esos 8 años en la memoria de mis pupilas al mirar el brillo de su mirada, en la memoria de mis manos al sentir la suavidad de sus caricias, en la memoria de mis labios al disfrutar de sus besos, en la memoria de mi cuerpo al contacto con sus abrazos, y en la memoria de mis latidos, que se quedaron marcando el ritmo de los suyos.

Prefiero haber vivido esos 8 años junto a mi hijo, que la eternidad sin él.

Así es, Bauti vivió una vida plena, y tan solo en 8 años.

 

Te amo…Mucho